Rancho LA TEMBLADERA no podía nacer en otro lugar que no fuera Martínez de la Torre, en Veracruz, porque es la capital mundial de los cítricos y proveedora de estos productos para 21 países.

Esta empresa familiar comenzó gracias al buen ojo comercial del abuelo Antonio, hombre de la tierra que identificó una oportunidad de generar riqueza y la persiguió hasta convertirla en legado de la familia García Cuevas.

1981

El abuelo Antonio fue campesino, pero decidió ampliar sus horizontes primero como chofer y después como dueño de camiones de carga. Sus andanzas como transportista de mercancías lo llevaron a Martínez de la Torre, donde conoció su importante producción de cítricos, así que decidió introducir el limón persa en el mercado de La Merced, en la Ciudad de México, donde solo se conocía la variante con semilla.

Su debut como comerciante mayorista no fue afortunado, pero el abuelo no se rindió y al año siguiente, con su hijo Leandro, invirtió todo su capital en llenar un camión con limones persas que llevó hasta la capital. Ambos ofrecieron su producto por todas partes (esquinas, semáforos, restaurantes, a los transeúntes, a las doñas de canasta…) hasta agotar sus existencias por completo. Era 1981.

Fotografía del rancho LA TEMBLADERA. Veracruz, Mexíco.

• CEDA

  Un año más tarde se inauguró la Central de Abastos (CEDA) en la zona de Iztapalapa de la metrópolis, porque el mercado de La Merced ya no era suficiente para abastecer a los capitalinos y el comercio crecía al mismo ritmo que la mancha urbana. Leandro García, ansioso por abrirse camino en ese variado y colorido mundo, llegó a la CEDA para trabajar como descargador. Allí ocurrió su venturoso encuentro con el doctor Heberto Arboleya, cirujano y productor de mamey en su racho LA TEMBLADERA, en Chiapas.

  Sus primeras interacciones fueron de negocios, pero entre ellos surgió una sólida amistad que duraría varios años. El doctor Arboleya rentó a Leandro una bodega para almacenar sus primeras cargas de limón y piña y el joven comenzó a vender, con tan buenos resultados que pronto se concentró solo en el limón, para entonces muy aceptado entre los marchantes.

  Tiempo después, Leandro compró la bodega del doctor Arboleya. Ya había establecido lazos comerciales con los productores de Martínez de la Torre y había aprendido nuevas formas de empaque y embalaje, hasta convertirse en una figura importante del manejo del limón a nivel nacional.

• 1995

  Leandro se consolidó como productor y comerciante de limón persa en 1995, tan comprometido como el abuelo Antonio a llevar los nobles productos de la tierra a las mesas mexicanas. En honor a la gran amistad y al apoyo que recibió del doctor Arboleya, nuestro rancho en Martínez de la Torre también se llama LA TEMBLADERA.

  Como todas las empresas familiares, la nuestra ha crecido a la par que nuestra descendencia. En 2013 creamos el jugo de limón LA TEMBLADERA, cien por ciento natural, único en el mercado y de gran aceptación entre nuestros consumidores.

• 2017

  De los sueños y primeros intentos mercantiles del abuelo Antonio, desde 2017 somos Citro Ameyal, especialistas en la producción, industrialización, distribución y comercialización de limón persa en fruta y jugo.

  Como los limoneros, somos de raíces profundas, nuestras ramas se llenan de flores, besamos la tierra que nos sustenta y siempre tenemos mucho para dar.